La soledad del alma enamorada


 Ya estoy muerta
no hace falta el disparo
la muerte se siente en tantas cosas,
como tantas cosas,
y nada, te llevan a la muerte.

 No gastéis  energía en vuestras  mentes
de cómo manejar el arma,
con la pena de muerte,
ya he recibido el disparo.

 No os preguntéis que aréis con mi cuerpo,
hace mucho que no es mío,
dejo de serlo, cuando  lo entregue al
 Amor.


  No, mi cuerpo no existe, es solo sombra
 en la memoria escrita,
donde fue  elevado a los astros,

 para ser  luego abandonado
 en el Espacio.

Más

No os preguntéis nada, yo
os diré, estoy en el ¡cielo!
  allí os espero.
 
Pilar A.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida amiga, hay una vida
llena de primaveras, que tú
debes vivir te la mereces.
Cuídate y nos vemos.
Vicente Fernández.

Anónimo dijo...

Querida Pilar, nada muere todo queda en el alma.
Los románticos no mueren, tu nunca morirás al amor.
Víctor V.