Se detendrá este barco en algún puerto
tras mucho navegar
bajaré de esta ilusión para encontrarme.
Destrozaré este laberinto
y en su lugar reedificaré mi casa.
Soltaré mi corazón, que llevo atado,
como un potro salvaje, a la lujuria.
Abriré las ventanas de par en par
y podré volver a ver el mar.
Y entrará, el aire puro de la vida
para desalojar las mentiras y los celos.
Besaré la cabeza de mis hijos
y una nube de gaviotas,
posadas en el árbol de la dicha
me devolverá la ilusión como refugio.
M.G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario