Miro el sol cada mañana
respirando el nuevo día,
y
respirando el nuevo día,
y
el deseo de amar siento,
porque vivo todavía.
Década dolor, aprendo ha nacer,
sin muerte ni olvido,
siguiendo la propia vida.
Me miro al espejo de mi misma
y
me veo libre, fuerte,
soy mi destino, me gusto,
soy amor, que siente vida.
No me amargan mis fracasos
yo los hice, día a día,
y
el sabor salado de mis lágrimas,
fueron fuente de amor,
que sentía.
¡Hay!
El sol de la mañana
¿Qué me dice todavía?
!Que te quiero con el alma!
está alma retorcida,
con fracasos, y desdichas.
¡Quiere amarte todavía!
y
Con sabor del alma, sin tiempo, ni medida.
porque vivo todavía.
Década dolor, aprendo ha nacer,
sin muerte ni olvido,
siguiendo la propia vida.
Me miro al espejo de mi misma
y
me veo libre, fuerte,
soy mi destino, me gusto,
soy amor, que siente vida.
No me amargan mis fracasos
yo los hice, día a día,
y
el sabor salado de mis lágrimas,
fueron fuente de amor,
que sentía.
¡Hay!
El sol de la mañana
¿Qué me dice todavía?
!Que te quiero con el alma!
está alma retorcida,
con fracasos, y desdichas.
¡Quiere amarte todavía!
y
Con sabor del alma, sin tiempo, ni medida.
Pilar Álvarez
2 comentarios:
Dios! que fuerza de poema que dicha.
Muchas felicidades Pilar por sentir con fuerza la vida.
Rafa.
Sentir fuerza del alma
Felicidades
Félix
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