Para darme vida,
basta que me leas en silencio,
que leyéndome, florezcan sentimientos en tu corazón
amárralos, para que vayan más allá del tiempo
grita mi nombre en tus adentros
y convierte en sangre tuya
los poemas que te ofrezco.
Y para que yo sea eterna
basta con que pongas tus ojos en mis versos
basta así, para que me hagas feliz.
¡Hay! Y si me abrazas, te haras dueño de mi alma
y sumare a tu abrazo mi sorpresa
mi cariño a tu paciencia
y a mi queja tu dolor,y
así, sumemos a nuestro amor
todo el amor, de los creyentes…
Haia
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