Quiero emborrachar tus dedos
empaparme con su tacto,
que te enredes en mi pelo
y se diluya mi llanto.
Sentir esas emociones
como si fueran las últimas
alimentar cada beso
con aromas de lujuria.
Recordar cada segundo
los momentos de ternura
acompañados del ritmo
que produce la locura.
Ver la vida renacer
en cada segundo dado.
Pilar Álvarez
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