Quien pudiera tener el oficio de los magos
y poder entregarte,
miles de sonrisas,
para que curen tu llanto.
Regalarte, palabras de colores,
para que te dieran, la fuerza de vida.
Pero que desolación,
cuando solo este tiempo,
es de cenizas.
Donde no me salen ni siquiera,
aquellas palabras soñadoras,
donde el tiempo era futuro,
y el presente tu sonrisa.
Como duelen estas cenizas,
como cuesta vivir en tal estado,
donde la tristeza es la quimera
y la existencia de mi vida,
todavía es el pasado.
Pilar Álvarez
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