Mi atencion ...


Mañana y noche estas hay
como árbol de tronco fuerte,
sujetando sus ramas.
Demostrando, lo que hay más allá
de lo superfluo.

Ocupas el sitio donde la maldita
tristeza se asoma aliñada,
buscando torturar el alma,
más, ni te mata, ni matas,
y así te salvas.

 Superas el dolor con los sueños
sin demasiadas palabras,
sabedor que eres motivo
pero no la causa.

 Esa gran diferencia, que tan poca gente entiende.

No te vuelvas nube gris por ello,
es un dolor momentáneo
golpe seco,
como la palabra dicha a destiempo.

Te regalo mi atención, por si te hago falta,
por si te sientes perdido,
daré con la solución a tu laberinto,
y no te costara, ningún esfuerzo encontrarme.
 
Haia.

Pero algunos, descendientes de los guerreros chinos, convertidos en piedra, en su escondite de miles de años. O de los guerreros que, en Egipto, se quedaban guardando la paz de su Faraón, también durante siglos, en los laberintos de las piramides. De esa especie hemos salido los guerreros,  que hoy batallamos con las adversidades de la vida y contra los demonios que intentan, por todos los medios, acabar con ésta especie. Pero la bravura de los que 'volvimos a Itaca', conquistamos Egipto y Roma, sedujimos a Ginebra y desembarcamos en Normandía, Y la generosidad de tu amor, nos permitirán vencer, una vez mas, para finalmente, descansar para siempre, con Juan y Teresa, en los brazos del Padre. 

MG.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bello poema, contrastado con el ser y su dolor.
Mas la generosidad
asoma con el amor.
Luis A.