Sola

Hoy, todavía tu nombre ocupa mi mente
pero los días por los que trascurre mi
vida, son reparadores del daño recibido.
¿Más no sé porque?

Retorno a mí misma, y aojando las lágrimas en sonrisas
me deje acariciar por la suave brisa del viento
 el mismo que  sirve de caricias.
 
Otra vez la arena, el sol, y el agua
pero la brisa me envolvió en sus brazos
y me despertó el agua, las olas me aojan
el llanto no pasa.

Me acaricio el viento el otro día,
sintiendo yo tus brazos, tus besos
y mi agonía.
 
Más deje tu rostro en el mar
y sigo sola, con las olas de mi vida.
 
Pilar A.

No hay comentarios: