Las fortalezas florecen
porque son parte de mí,
de mi existencia, de lo que deseo y amo.
Son la fuente de vida donde bebo
como principio y fin de todo lo quiero,
y quiero vivir mi yo.
Ese yo, con hambre de acero propio
de chapa oxidada pero fuerte,
porque vivo como soy
con las fuerzas propias.
Y las pondré al servicio de lo que amo.
Haia
1 comentario:
eso! determinación.
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