No espero que me cuentes; el presente con tus silencios incómodos y este corazón mío no aprendió a estar en silencio, nunca tocó suelo, siempre fué, y será, un soñador de vida. Sigo pensando en las miradas, las sonrisas, y en esas cosas que no van a regresar.
Puede pasar otro otoño.
Pero llegará la primavera, cuento con ella, y volveré a ver, los parques florecidos, le buscaré nuevas formas a las nubes, analizare el comportamiento de los pájaros, sintiendo que todo tiene vida, que todo se mueve. Que el cosmos gira y todos giramos con él, y como un mago, ejercerá su voluntad, positiva, y benéfica sobre mis deseos.
En un tiempo indeterminado,recordándonos también que lo que deseamos y agradecemos es lo que atraemos,sé que los momentos son de arcilla, hechos por las manos del ser humano, irrepetibles, que podemos atesorarlos en el “Alma”. O en esa memoria interior que nos acompañará por siempre, haciendo de aquellos momentos algo bello que iluminará por cada palabra recordad el brillo de nuestros ojos.
Yo quiero pensar, y agradecer todos los momentos vividos para no dejar de atraerlos en mi vida.
Con ello seremos encontrados con tu silencio, los momentos, sembraron así su semilla y tuvimos miedo, temblamos, y en esto se nos fue la vida, cada uno aferrado a sus dioses.
Pero la imaginación lo es todo, es el avance de lo siguiente que atraerá la vida.
Haia
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