Lentamente me fui desnudando de ti
de lo que me había ceñido a ti
como desojando la margarita,
y me preguntaba hasta donde
hasta donde, podía llegar,
con el sí, o con el no.
Y ante mi el asombro de mis propios
sentimientos.
Surgiste y no pude mentir
y dije si.
Y me fui desnudandome de ti,
y del amor que aun me queda
y desnuda me vi, ante el manto de la soledad eterna
pero dije si.
Haia
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